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martes, 1 de noviembre de 2011

Composición: regla de los tercios.

Es una ley esencial para todo tipo de fotografía y, aunque según algunos no es más que un cliché, casi siempre funciona. Si se coloca una rejilla imaginaria sobre la composición, con tres líneas verticales y tres líneas horizontales (por ejemplo en un paisaje), el cielo debe ocupar más o menos el tercio superior, la distancia media, el central y el primer plano, el tercio inferior, y puede colocarse un granero rústico en una de las bisectrices. En nueve de cada diez intentos el resultado será muy bueno, pero, a la larga, la ley de los tercios puede resultar excesivamente segura, y si el inconformista dentro de nosotros nos dice que la borremos, pues adelante.
Ruptura de la regla de los tercios:
Si el instinto nos dice que plantemos el punto de enfoque en pleno centro del encuadre, debemos hacerle caso. Si nos dice que cortemos todo el cielo y simplemente revelemos las sombras y ondulaciones del paisaje, creo que merece la pena intentarlo.
La composición es un arte subjetivo y no puede calificarse de buena o mala. De todos modos, lo que hace que un paisaje sea bueno no es sólo si se observa o no la ley de los tercios, sino que el ángulo también hace un papel importante.

Os dejo un vídeo de Metacafe que habla de la composición fotográfica, para que os resulte más didáctico.

Cómo captar movimiento

Para captar movimiento el flash es una herramienta tremendamente útil, pues su brevedad permite crear efectos visuales únicos. Dependiendo de la técnica utilizada, el flash permite congelar un movimiento rápido o crar una interpretación impresionista utilizando una imagen borrosa.
Sólo puede congelarse la imagen artísticamente con sujetos animados o fluidos, en los casos en los que su posición temporal no fuese posible sin movimiento, como es el caso de un atleta sacudiendo los brazos o las gotas de un líquido al salpicar, tal y como se muestra en la imagen que yo misma he tomado. Por el contrario, un coche en movimiento simplemente parecería parado. Con movimientos ultra-rápidos, como por ejemplo una bala al ser disparada o el aleteo de un colibrí, un flash normal resulta demasiado lento para congelar el movimiento y sería necesario utilizar un flash especial de gran velocidad.
¿Cómo seleccionamos la velocidad de obturación? La velocidad de obturación seleccionada estará en función de la velocidad a la que se mueva el sujeto y el grado de efecto desenfocado que se quiere crear, pero un buen método puede ser empezar con una velocidad de 1/60 segundos y reducirla progresivamente para comprobar los efectos que produce. Un flash de alta velocidad puede detener movimiento de una manera que el ojo humano no puede captar.
A continuación os dejo otro ejemplo de este tipo, llamado Light Painting (dibujar con luz).